El tiempo entre los dientes es un libro que
nos habla sobre la entereza más allá de la resistencia. De una vida que
transita por el dolor y la felicidad. Que es oscurecida por las lágrimas y
encendida por las sonrisas. Una historia plena de pruebas difícil y logros
maravillosos. Es un testimonio de una vida de lucha, de caídas, de amor, de dolor,
de esperanza, de inquietud, y de conquista. Pero aún más, de la fuerza de los
vínculos, de los lazos entre las madres y las hijas, entre los hermanos, entre
los padres y los abuelos, entre los esposos.
Carla
See nos relata de forma sencilla, familiar y ágil su historia. Desde su
infancia mirando el mundo a través de los ojos de Jean Paul, su hermano, al
cual, por un riñón, todo su amor y el desprendimiento más inolvidable, está más
unida que nunca. Inolvidables anécdotas que no nos permiten prevenir la primera
vez que el mundo se le vino abajo cuando sus padres les anunciaron su divorcio.
Nos habla, como si estuviéramos tomándonos un café y con mucha intimidad, de su
madre, que es capaz de convertir cualquier situación en una fiesta, siempre con
aquel toque personal que tiene y que le enseñó a nunca dejar de apostar por lo
que uno quiere. Como frente a la imposibilidad de salir embarazada que
solucionaron con un amor que va más allá de lo heroico y en donde Jenny, su
madre, gestó durante nueve meses a la hija de su hija, Daniela. También nos
presenta a Luis Eduardo, su esposo, que nunca permitió que los venciera la pena
y el miedo. Y a Pavel su padre, digno representante de aquellos hombres que
nunca perdieron la garra y las ganas de vivir y que han transmitido aquellas
virtudes a sus descendientes.
Carla
también nos cuenta sobre su abuelo y las ganas de reencontrase con su familia
sobreviviendo a los infiernos de Terezín y Auschwitz. Y finalmente, nos habla
de Daniela y aquella lección que con mucha creatividad le muestra y que es la
médula de su historia: “la fuerza interior y la mente positiva son tan
importantes como el hacernos cargo de nosotros mismos, ya que no sirve de nada
ir por el mundo culpando a los demás, cuando somos solo nosotros los que nos
encontramos en control de nuestras propias vidas”.
El
ser humano es un poso de deseos insondables. Su mente bulle de propósito y de
imaginación. Pero como para que las cosas sean un poco más interesantes
construyen una barrera que separa el pensamiento de la intención. Y para
garantizar, aún más, lo infranqueable lo cementan de victimismo y
subestimación. Así, pudiendo hacer realidad todo lo que deseamos, nos negamos a
creer que podemos y para ello nos inventamos las limitaciones con más
sinsentido que imaginamos. Así transcurre generalmente nuestra vida, sin
dinero, sin amor, sin poder, con problemas y con mucho drama. Aquel que nos
hace sufrir por años y al cual nos hacemos adictos.
Si tenemos claro
que lo que digo es una característica muy común que nos une como seres humanos,
ahora nos es fácil definir a los héroes o, en este caso, a las heroínas. Y es
que creo que los héroes son aquellos seres humanos que viven con la mayor
naturalidad posible el tiempo entre los dientes. Con fuerza, con tenacidad, con
esperanza, con intención y acción.
A pesar que he
tratado de ser lo más medido posible, no he podido dejar de ser tan elogioso
con el libro. Entenderán al terminar de leerlo que hemos tenido la suerte de conocer
en esta vida a Carla See y aún más suerte de haber sido tocados por aquel rose
de entereza que va más allá de la resistencia.
El tiempo entre los dientes - Carla See
Imprescindible
No hay comentarios:
Publicar un comentario