domingo, 3 de octubre de 2010

La hija del sepulturero

Rebecca Schwart nace en una noche terrible. En un barco, entre basura y mierderia. En un puerto, toda la familia Schwart huyendo de otro continente. Se establecieron lejos de su hogar y nunca llegaron a formar otro. Aquel nacimiento fue el primer milagro. Luego sobrevivió a la tragedia familiar, que se repetía en todo momento con un padre que había sido devorado por dentro y los torturaba mientras iba regresionando hacia la barbarie, con una madre que huía en su propio hogar y no encontraba ningún rincón que le supiera a familia, con hermanos que sobrevivían todos los días como si pertenecieran al mobiliario de un campo de concentración. La hija del sepulturero tuvo finalmente que reinventar su camino, reconstruirse desde el fondo de su alma y simplemente, vivir.
Joyce Carol Oates escribe una obra magnífica con una densidad que nos enseña y nos acompaña sin dejarnos. Nos conmueve como si nos contaran una historia familiar, pero nos agrede con una violencia que ilumina y muestra el testimonio de la enorme resistencia del individuo.
Esta es la tercera obra que leo de esta autora y cada vez me convenzo más de la grandeza de esta escritora y su ineludible ubicación entre los mejores.Faltan cuatro días para que se revele al ganador del premio Nobel de Literatura 2010. Empezaríamos un gran día si este jueves 7 de octubre nos anunciara, al alrededor de las 4 de la mañana (hora peruana) a Joyce Carol Oates como la ganadora.

La hija del sepulturero - Joyce Carol Oates


Muy recomendable

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