Soy puerto para el bien, soy puerto para el mal son las memorias de un asesino siniestro, cuya insuperable devoción es la sangre y el sexo. Un ser agraviado que escala en su aventura sádica hasta alcanzar dañar a todos. Y sin embargo lo gobierna una extraña forma de libertad que somete sus realidades...
...José Tola nos permite contemplar la profundidad pulposa, pulsante, exacerbada y sangrienta del alma de un asesino. El narrador extiende su aliento horrendo, su lujuria sádica y sus métodos incubados entre sangre, gritos y hierro, obligándonos a ver, como si tuviéramos unos ganchos abriendo nuestros ojos, la persistencia de su legado.
Sigue leyendo en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario