Alec es un escritor mundial, ha publicado controversiales obras sobre el fanatismo en la religiosidad. Viaja por el mundo arremetiendo contra los fundamentalistas ignorantes que pueblan todas sus conferencias. Ilana es una joven mujer que llegó a Israel proveniente de la pobreza de la Polonia de post-guerra, tiene una niña con el Sr. Sommo y parece feliz. Boaz es un gigante noble de quince años que está construyendo su mundo, un kibutz con sus propias normas. Alec no ve a Ilana ni a Boaz hace siete años. Olvidarlos con toda su alma ha sido el rezo que lo levanta todas las mañanas. Se ha empeñado en dejar el misterio en el pasado pero un día recibe una carta de Ilana. Ilana, escribe a su ex-esposo, preocupada por el futuro del hijo de ambos, Boaz. Las cartas empiezan a sucederse y el lenguaje empieza a evolucionar, como quitándose de su manto de timidez, y fluye vistiéndose de una historia de reproches y odios que datan de una historia mohosa.
La caja negra es una novela que descompone el misterio, como si este hubiera estado en un período de letargo y de repente empezara a podrirse sometido al calor que lo ha despertado del hielo. Las cartas que se envían los protagonistas, especialmente Ilana y Alec, nos permiten ir develando, como en un registro escondido, la historia que ambos vivieron.
En un accidente aeronáutico, los registros de vuelo quedan registrados en una caja negra. Los rastreadores buscan el registro hasta que al encontrarlo empiezan a revelar el misterio del accidente. Así es la historia de Ilana y Alec, como un accidente de aviones. Un caza y un bombardero que apenas se vieron se reconocieron como enemigos y se embistieron hasta despedazarse en el aire. ¿Qué quedo de todo? No se sabe hasta que abrimos las cajas negras de los aviones siniestrados. Así son sus cartas. Nos cuentan la historia de una colisión y nos permiten completar, al leerla, los vacios de sus vidas.
Amos Oz nos invita, como testigos de una buena película, ha explorar esta ficción real. Una pareja, como muchas, detenida en el descenso de su felicidad por un accidente, que la mayoría de las veces, causaron la falta de comunicación o el exceso, la predestinación de su naturaleza, la incapacidad de amar sin sufrir, el entorno espinoso o floreal, o finalmente, la decidida pero inconsciente atracción por la fatalidad.
Oz es un escritor que ha merecido todos los premios que ha podido desear. Innumerables veces ha coronado las lista de las quínelas para el premio Nobel, pero eso a él, no lo desafía. Lo desafía su pueblo, sus conflictos, la ausencia de una paz que tarda en llegar más de dos milenios.
La caja negra - Amos Oz
La caja negra es una novela que descompone el misterio, como si este hubiera estado en un período de letargo y de repente empezara a podrirse sometido al calor que lo ha despertado del hielo. Las cartas que se envían los protagonistas, especialmente Ilana y Alec, nos permiten ir develando, como en un registro escondido, la historia que ambos vivieron.
En un accidente aeronáutico, los registros de vuelo quedan registrados en una caja negra. Los rastreadores buscan el registro hasta que al encontrarlo empiezan a revelar el misterio del accidente. Así es la historia de Ilana y Alec, como un accidente de aviones. Un caza y un bombardero que apenas se vieron se reconocieron como enemigos y se embistieron hasta despedazarse en el aire. ¿Qué quedo de todo? No se sabe hasta que abrimos las cajas negras de los aviones siniestrados. Así son sus cartas. Nos cuentan la historia de una colisión y nos permiten completar, al leerla, los vacios de sus vidas.
Amos Oz nos invita, como testigos de una buena película, ha explorar esta ficción real. Una pareja, como muchas, detenida en el descenso de su felicidad por un accidente, que la mayoría de las veces, causaron la falta de comunicación o el exceso, la predestinación de su naturaleza, la incapacidad de amar sin sufrir, el entorno espinoso o floreal, o finalmente, la decidida pero inconsciente atracción por la fatalidad.
Oz es un escritor que ha merecido todos los premios que ha podido desear. Innumerables veces ha coronado las lista de las quínelas para el premio Nobel, pero eso a él, no lo desafía. Lo desafía su pueblo, sus conflictos, la ausencia de una paz que tarda en llegar más de dos milenios.
La caja negra - Amos Oz
Muy recomendable