martes, 16 de noviembre de 2010

Abril quebrado

En una tierra encerrada en las alturas donde el frío y la aridez se turnan a lo largo de las generaciones, existe un código que domina todo. La conducta de los hombres. Los destinos de las aldeas. La gestión de la venganza. La sangre derramada y adeudada. Este código es el Kanum. Absoluto protagonista de los caminos, las honras y las historias. En las alturas de Albania, el Kanum ha imperado desde siglos. No hay ley más elevada. Las fiestas, los matrimonios, los territorios y la muerte son gobernados por el código.
Hay un libro de la sangre que reconoce cada una de las deudas por venganza y desde un tiempo, que se entierra en el olvido, registra, día a día, la labor de los Gjakes. Los vengadores, los justicieros.
Una familia puede contraer una deuda de sangre por un insulto, por delimitación de territorio, por agravio al amigo. El amigo es un concepto esencial en la dinámica social de los montañeses albaneses. El amigo es la posibilidad de elevar a la categoría de dios a cualquier persona que solicita hospitalidad. Está tan arraigada a la humanidad de los montañeses, que por muerte de un amigo toda una aldea o bandera (conjunto de aldeas) reclamará una venganza de sangre de por vida. Las deudas de sangre se pagan con una sangre completa o media sangre, si es que hieres al deudor. El Kanum contempla poder herir a dos personas de un mismo apellido (familia) como posibilidad de saldar la deuda por el asesinato de un familiar. Los Gjakes se van turnando de familia en familia separados por una tregua de treinta días. La Besa. Esta puede ser pequeña de veinticuatro horas o puede ser grande de treinta días. Por ejemplo, después que un miembro de la familia Berisha haya matado a otro de la familia Kryeqyqe, el primero tiene treinta días de Besa. Después del término, en cualquier momento, le sembraran una bala Kryeqyqe en la frente. Luego de muerto el Berisha, le tocará al Kryeqyqe la Besa, después de la cual deberá escapar de la bala que un Berisha apunta a su cabeza. Y así durante muchas muertes y generación.
Ismaíl Kadaré es un extraordinario narrador. Cuando uno aborda sus novelas no puede dejar de percibir una atmosfera fantástica, de libros de caballería. Describe las personas, las aldeas, las costumbres y los códigos como si hubieran salido de una imaginación privilegiada. Y es así. Una imaginación que nace de la confluencia de su eficiencia al narra y de lo vivido intensamente. Rescata a su país del olvido y lo muestra como una joya tallada por elementales. Seres que sobrepasan la historia y la confluencia humana para crear una cultura única.
Abril quebrado es un libro absorbente, con visiones distintas del mismo tema. Como una cámara de video que se aleja durante la acción y se acerca, penetrando la mente del personaje, cuando profundiza en el engranaje humano del movimiento del código. El Kanum.

Abril quebrado - Ismaíl Kadaré


Muy recomendable

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