
Kurtz es el hombre que rescata Marlow. Pero el contacto con él lo contamina y lo convierte en adorador. Kurtz es el ser que ha logrado convertir su humanidad en locura y así, no solo ha sobrevivido a las tinieblas sino que las ha dominado. Pero cae enfermo y Marlow dirige una expedición en su búsqueda. El rescate se convierte en un viaje escalofriante que lo hace descender a la oscuridad, de aquellas que no solo paralizan físicamente sino también de las que destruyen la moral y la ilusión.
Conrad es un escritor prodigioso con una pericia para describir el alma humana que enlaza al lector y lo convierte en cómplice de la aventura. El corazón de las tinieblas es una obra contada con la necesaria híper-adjetivación que el autor vincula con la locura que se aproxima mientras nos internamos en las tinieblas del relato, en simultáneo con los protagonistas de la expedición. La descripción otorga tal credibilidad a la historia que uno se descubre sobre el vapor fluvial escrutando el muro verde y hostil que lo rodea mientras viaja por un rio aceitoso y traicionero.
El corazón de las tinieblas es una ficción que remueve sin piedad del alma y la mente del lector sensaciones y conflictos que lo asocian irremediablemente a descubrir la individualidad del hombre, el choque cultural, la violencia despiadada sobre el débil, la soledad, la locura, y finalmente, el horror.
“¡Ah, el horror! ¡El horror!”
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