miércoles, 20 de abril de 2011

Perdido el paraíso

Un día que se convertiría en uno de los más terribles de su vida, decidió internarse en las favelas que rodean Sao Paulo. Pero, como buscando el destino macabro y desarticulante, detuvo su auto en Paraisópolis, la peor de todas ellas. Quizás un perro, en la mente de aquella gente, demandaba mayor respeto que ella. La tomaron entre todos y la despojaron de adentro hacia afuera, como quien recuerda luego de semanas que tiene que sacar la basura que ha empezado a podrir las paredes y el aliento de todos. Tomaron casi todo: su piel, sus días, que no eran muchos, sus venas y arterias, pero especialmente sus venas, en donde resistían sus sueños la mirada de todos. Lo peor, como lo recordó siempre, fue que se olvidaron de matarla. La dejaron olvidada como una bolsa de basura en medio de la calle, mientras regresaban a sus casas contagiados por la risa, no de lo que habían terminado de hacer hace un instante, sino de algún chiste sobre el futbol, la falta de dinero, o la paliza que uno de ellos había recibido de su mujer por ponerle los cuernos.


Grito con horror. Con aquel que sella de por vida la muerte terrible, ruidosa y violenta de alguien que no debió morir nunca. Pero lo que no se perdonó fue imaginar que todo aquello había sido provocado por una nube oscura y densa. Y no se lo perdonó porque las nubes no te arrancan la ropa, ni te descuartizan, ni te arrojan al basural como si fueras un escupitajo mal oliente.


Cees Nooteboom es un viajero recalcitrante. Un conocedor de caminos. Un cosmopolita sedentario. El planeta es su hogar. Disfruta cada gota de helada, cada esencia de pienso, cada mina del suelo, cada piel de tormenta como si fuera el primer placer del mundo. Nuestra suerte es que escribe maravillosamente. Y las imágenes que nos trasladan a sus mundos reales se transforman en el líquido que nos pulsa.


Pero esta vez, va más allá. Nos cuenta una historia nacida en la hondura de la humanidad. Nos describe un viaje perpetuo en busca de salvación, dentro de un mundo poblado por los primeros hombres y por ángeles que no existen.

Perdido el paraíso – Cees Nooteboom


Muy recomendable

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